Estado protrombótico y síndrome metabólico

QC. Carlos Virgen Cruz
Director Comercial Laboratorios LICON, México

El síndrome metabólico (SM), es una condición clínica que incluye una serie de anomalías metabólicas crónicas, que puede presentarse de forma simultánea o secuencial generando un aumento del riesgo a desarrollar diabetes, enfermedad cardiovascular y estados protrombóticos. El origen puede ser genético o debido a factores asociados al estilo de vida, especialmente la ingesta excesiva de calorías y la ausencia de actividad física; de forma que el exceso de grasa corporal (obesidad central) y la inactividad física favorecen el desarrollo de Resistencia a la Insulina (RI), la cual es la base fisiopatológica inicial de las anormalidades presentes en el SM. Este conjunto de anormalidades metabólicas, fue propuesto por primera vez por Reaven en 1988.

Epidemiología:

México presenta una prevalencia de SM entre el 41% al 54% en población mayor a 40 años. La prevalencia del SM en la población en general es de aproximadamente el 24%, llegando a más del 80% en pacientes con Diabetes mellitus tipo 2. También se tiene bien claro que la prevalencia de esta entidad aumenta con la edad alcanzando una prevalencia de 24% a los 20 años y mayor del 40% a los 60 años de edad. Es un importante factor de riesgo de mortalidad en individuos no diabéticos y en pacientes con Diabetes mellitus tipo 2. Los individuos con síndrome metabólico presentan un mayor riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular isquémica, caracterizada por el desarrollo de cardiopatía isquémica o coronariopatía, enfermedad vascular cerebral o una vasculopatía periférica.

Cabe destacar que de acuerdo a la información del INEGI, las tres principales causas de muerte a nivel nacional en 2021 fueron: enfermedades del corazón, COVID-19 y diabetes mellitus; las tres asociadas de alguna manera a las complicaciones provocadas por el SM.

Criterios Diagnósticos:

En la actualidad, existen varios criterios y definiciones de diferentes grupos de expertos para el diagnóstico del SM, de los que destacan:

La OMS.
El Grupo Europeo de Resistencia a la Insulina (EGIR).
El Panel de Tratamiento de Adultos III del Programa Nacional de Educación del Colesterol (NCEP ATP III).
La Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE).
La Federación Internacional de la Diabetes (IDF).

Los puntos en común que toman en cuenta son: Los niveles de resistencia a la insulina, grado de obesidad presente, alteraciones del metabolismo de la glucosa, dislipidemia e hipertensión arterial (HA). Sin embargo hay diferencias en cuanto a los puntos de cortes empleados, las estrategias en la evaluación de algunos parámetros y la importancia que se da en algunos criterios particulares; a raíz de estas diferencias, se estableció un criterio unificado quedando como lo muestra la tabla 1.

Tabla 1. Criterios diagnósticos unificados del síndrome metabólico.

El abordaje diagnóstico se lleva a cabo por la evaluación clínica, pruebas diagnósticas globales como: Glucosa en ayunas, prueba de tolerancia a la glucosa, HbA1c, perfil de lípidos, proteína C reactiva, perfil hepático, pruebas de coagulación como, Fibrinógeno y Dímero D, así también se recomienda realizar un electrocardiograma.

Estado protrombótico y Síndrome Metabólico:

El origen del SM es la obesidad, provocado por una mala alimentación, sedentarismo, estrés y la falta de medidas preventivas en nuestra salud; hay que recordar que el SM y sus complicaciones se van desarrollando de manera gradual, siendo una entidad crónica y hasta cierto punto reversible; la obesidad provoca una alteración en el metabolismo de los lípidos causando un estado de RI.

La RI es el génesis del SM, se define como la disminución en la función de la insulina para ejercer su acción metabólica (favorece el transporte y uso de glucosa por la célula) y su acción mitogénica (promueve el crecimiento, diferenciación y proliferación celular), provocando aumento en los niveles de glucosa, que a su vez provoca hiperinsulinemia como respuesta del organismo para disminuir los niveles altos de glucosa presentes; también hay catabolismo del glucógeno almacenado en el hígado acentuando el estado hiperglucémico progresivo, provocando daño en la función del páncreas, interfiriendo en la regulación de la glicemia.

La hiperinsulinemia desencadena condiciones adversas en el organismo, produce un estado inflamatorio, aterosclerosis, HA y disfunción endotelial; de tal manera que se incrementa de la expresión de factor tisular en el endotelio dañado y disfuncional provocando sobre activación de la hemostasia.

También la Fibrinólisis se encuentra alterada, ya que la RI provoca aumento del Inhibidor del activador del plasminógeno 1 (PAI-1) y disminución de la actividad del Activador del Plasminógeno Tisular (t-PA), provocando un estado de hipofibrinolisis.

La RI provoca a nivel plaquetario una alteración en los mecanismos de regulación como el óxido nítrico (ON) que se encarga de mantener el tono vascular y la prostaciclina 2 (PG2) que regula la adhesión y agregación plaquetaria; además se incrementa la liberación de Tromboxano A2 (TxA2), el cual es un potente vasoconstrictor, existe también un incremento en la concentración de calcio intraplaquetario. La combinación de estas alteraciones provoca un estado de hiperactividad plaquetaria.

Otra de las situaciones patológicas que produce la RI es un estado de HA a través del incremento de reabsorción renal de sodio, el incremento de la actividad nerviosa simpática, las modificaciones del transporte iónico de membrana celular y la hiperplasia de las células del músculo liso de la pared vascular. La HA provoca sobre activación plaquetaria por la fuerza de cizallamiento que ejerce sobre estas.

Gráfico 1. Mecanismos fisiopatológicos del SM y el desarrollo de estados protrombótico

El SM es una alteración multifactorial; que implica un problema mundial en salud pública, se origina por un desequilibrio entre el excesivo aporte de calorías y un mínimo consumo de reservas; que producen un exceso de grasa corporal, el cual desencadena una serie de alteraciones metabólicas de lípidos y carbohidratos.
La calidad de vida de las personas que padecen el SM es afectada de manera significativa, también genera un alto costo en salud para las Instituciones de salud públicas y una importante proporción del gasto familiar se destina en la atención de esta entidad y sus complicaciones.

Debido al envejecimiento de la población, la urbanización y al incremento de factores de riesgo; el SM y sus patologías asociadas como la HA, obesidad y diabetes, provocan un estado protrombótico asociado a riesgo de enfermedad cardiovascular, accidentes cerebrovasculares y muerte prematura. Se calcula que 23,6 millones de personas morirán por enfermedad cerebrovascular y 430,000 por diabetes.

Desafortunadamente, la presencia de esta entidad cada vez se presenta a edades más tempranas, por lo que nos deja ver que las actuales generaciones estarán más propensas a presentar este SM de manera prematura, con sus fatales consecuencias.

Los estados protrombóticos que se desencadenan por este SM se originan debido a los procesos inflamatorios crónicos ocasionados por la resistencia a la insulina, provocando disfunción endotelial; que desequilibra la balanza hemostática, desencadenando una sobre activación de la coagulación, pero también una disminución en los mecanismos regulatorios y fibrinólisis, este desequilibrio podría explicar la causa de las diversas morbilidades derivadas de esta terrible entidad.

El ejercicio y una buena calidad en la alimentación ayudarán de manera significativa en la reducción de esta patología tan frecuente en la población actual y muchas veces en ciertas etapas, ayudaría a revertir muchos de los efectos adversos de esta pandemia.

Conclusiones:

Por lo que el diagnóstico es una herramienta primordial en la detección temprana de esta entidad, se deben de realizar pruebas por el laboratorio y utilizar criterios sencillos de interpretar. Afortunadamente la solución sigue estando bajo nuestro control y las acciones a seguir dependen de cada persona.

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